Lo que voy a escribir, lo tomé del libro de los fatwas, mi intención es solo describir un aspecto de este amable Dios, y su esposa.
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Ghanesa, el dios con cabeza de elefante hijo de Shiva y Parvati, se hallaba paseando, por los inmensos jardines de su palacio, al caminar, todos los seres se apartaban respetuosamente a su paso, desde sus servidores y adoradores humanos, hasta el mas humilde de los insectos, pasando por toda suerte de felinos, ciervos y aves de vistoso plumaje, todos rendían pleitesía al señor de la buena fortuna, destructor del mal y otorgador de salud y prosperidad.
Sin embargo Ghanesa se encontraba algo triste, permanecía ajeno a la presencia de sus amigos, e incluso a la exuberante belleza de la vegetación y de las flores del jardín, parecían dejarle indiferente. El dios a veces levantaba la cabeza y fijaba ávidamente sus ojos en el infinito, azul del cielo, permanecía unos instantes en esa posición , y al poco volvía a caminar, cabizbajo y triste.
De pronto algo cambió, en lo alto apareció una luz tan intensa, que el sol, palideció, como palidece la luna cuando la Aurora nace al horizonte. Al verla Ghanesa sonrió, su único colmillo brillo intensamente, de su trompa, surgieron dulces sonidos, de flautas unas veces, y otras el estruendo chirriante de una trompeta. Una onda de alegría inundo el lugar, y todos los seres vivientes quedaron bendecidos, y esa bendición los hizo evolucionar diez mil años, y por ello algunas piedras, quedaron transformadas en plantas, y algunas plantas saltaron como cervatillos, otras volaron en forma de golondrinas, y todos los animales mutaron a la iniciación humana e inclinaron su cabeza ante el dios, mientras que los antiguos sirvientes ingresaron en los mundos dichosos de los devas, y comprendieron que esos mundos, eran un nuevo aspecto del propio Ghanesa. La luz se fue condesando y ante él surgió la amada figura de Siddi, su consorte, amiga y amante. Antes que el dios pronunciara palabra alguna, Siddi, le cubrió la boca con su pequeña y blanca mano incitándole al silencio y a continuación la diosa dijo:
Bien amado señor antes de que surjan reproches de tu boca por mi ausencia, quiero decirte que he dedicado mi tiempo a tus adoradores y a los míos y a todos aquellos que han hecho de la ciencia de los tatwas su vía evolutiva y su camino espiritual, he estado explicándoles algunos conocimientos y desarrollando en ellos los poderes psíquicos que por tu expreso deseo tengo la capacidad de otorgar, en el momento adecuado, a quienes empeñan su vida en la
búsqueda de la verdad suprema. El dios envolvió a Siddi en una intensa onda de Amor y con su poder mental, construyó instantáneamente para ella, y para su propio descanso un soberbio palacio de oro y de piedras preciosas de cuyas ventanas surgían melodías de incomparable belleza y la fragancia de exóticos perfumes.
La diosa dijo:
-Señor y hacedor de obras bellas y perfectas, quiero explicarte antes de nuestro descanso, lo que he enseñado a quienes alcanzaran la esencia de si mismo, de la felicidad y de la sabiduría mediante el conocimiento y la disciplina de los tatwas.
Ghanesa dijo:
-Así sea.
Hasta acá llega lo que quiero destacar, lo demás ya es la explicación del libro en si mismo
Voy a dejar el nombre del libro y la pagina de donde copié.
Paginas 35-36
El Poder de los Tattwas.
Autor. J.A. Portella
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